La convicción de que hemos pasado de la muerte a la vida nos lo da precisamente la gracia conque fuimos equipados para amar a nuestros hermanos. Jesucristo es el primogénito quien nos dio ejemplo de amor en su propia carne. Gálatas 3, 13-14. "Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero.» Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa. El espíritu santo obrando en nosotros es quien nos libera de todo rencor y apatía contra nuestros hermanos. La acción del amor del Padre en nosotros nos conduce a perdonar todas las ofensas a ejemplo de la Jesús. Hermanos, aquí no se trata de cuan grande sea el daño causado, simplemente, sino perdonamos, ESTAMOS INVALIDANDO EN NUESTRAS VIDAS EL PODER DE LA CRUZ!!!! Perdona no en tus fuerzas, hazlo en las fuerzas de Dios y veras como sobrenaturalmente la gracia de Dios te capacita para amar al que mas gordo te cae jejeejeje. Abandonarte en Dios es permitir que el poder de la sangre derramada en el calvario, sane todas las heridas profundas del corazón. Amen!!!!!!!!!
Angel Cortéz
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