La prosperidad de Abraham, Isaac, Jacob y José era en extremo abundante. Si lees el génesis con detenimiento te darás cuenta que eran multimillonarios ya que la bendición hacia que todos sus trabajos rindieran abundantes frutos. Dios tenia con ellos una alianza que operaba espiritualmente para producir todo esto y mucho mas. Esta misma alianza fue restituida por Jesucristo a todo el que por la fe en la sangre del cordero es constituido hijo de Dios. Juan 10, 10. "El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia." Hoy en el Evangelio Jesús nos manda a no presionarnos con asuntos meramente materiales, eso es cosa de impíos. Nuestro proveedor es solo Dios y solo él debe tener conocimiento de nuestras necesidades, aspiraciones y sueños. La bendición que Dios nos otorga es para que bendigamos a otros de tal forma que se extienda su Reino!!! El egoísmo, la avaricia y la envidia son señal inequívoca de una prosperidad hecha por el hombre sin Dios, y esta forma de enriquecimiento implica mucho riesgo ya que el Señor nos dice que el actúa de esa forma se pierde así mismo!!! Más aun, Dios es el único que enriquece sin añadir tristeza. Dios anhela la prosperidad de todos sus hijos, recuerda que cuando el pueblo de Israel fue liberado de Egipto salio cargado de Oro y de plata. Someterse al gobierno de Dios y su justicia es lo que precisamente establece la bendición en nuestras vidas, prosperandonos a medida que trabajamos mas para influenciar todo territorio con la palabra del Dios altísimo todo poderoso. SOLO HAY VICTORIAS EN JESUCRISTO!!!!!!!!!!!!!!!!Amén Amén
Angel Cortéz
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