sábado, 2 de noviembre de 2013

Palabra del día 02 de Noviembre del 2013 Evangelio Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46):

Cuando somos bautizados, renacemos a la vida como hijos de Dios. Nótese que renacemos, es decir no se trata de una adopción aunque esta figura genera los mismos privilegios de hijos, aquí renacer involucra que por el bautismo padecimos la muerte de Jesucristo conjuntamente con él, siendo sepultados en su sacrificio de amor y luego fuimos resucitados igual a él y por ello somos verdaderos hijos de Dios, sellados con el santo espíritu de Dios en nuestro propio ser completo. Ahora bien, si el espíritu que resucitó a Jesús de los muertos habita en todos los bautizados, literalmente Jesús habita en todos los hermanos y por ello debemos mirarlo con especial atención en el pobre, el desvalido, el enfermo, el encarcelado, el hambriento y en el desnudo. Vivir bajo el gobierno de Dios implica actuar con nuestros semejantes como Jesús lo muestra en los evangelios. Nuestro maestro dio de comer a las multitudes con la multiplicación de los alimentos, vistió al gadareno, sanó a los enfermos, liberó a los endemoniados, los que eran presos por dominaciones satánicas les otorgó la libertad. En fin mostró gran compasión y cuando lo quisieron detener dijo: YO HAGO LO QUE VEO HACER A MI PADRE. Y EL SIGUE TRABAJANDO!!!! No podemos llamarnos soldados de Cristo o servidores del altísimo, si nuestras acciones solo están enfocadas a obras estériles. Debemos ser prontos para perdonar, liberar, socorrer, orar por enfermos y endemoniados, hermanos tenemos que reflejar el obrar de Jesús en nosotros, solo en eso reconocerán que servimos a Dios, siempre y cuando todo lo que hagamos sea sometidos por la obediencia al Santo Espíritu que pone en nosotros la necesidad y el querer por la practica de la extensión de su Reino. No podemos ser movidos por vanagloria porque recibiremos nuestra paga de manos de otro mortal haciéndonos con esto extraños ante Dios. La obediencia es la marca que identifica a nuestro redentor y por ende también a los que somos de él. Amados hijos del Padre, cuidado con hacer el bien a conveniencia, la palabra nos habla que demos especial servicio a aquellos que no nos odian y que no tienen capacidad para retribuir el servicio, esto tiene gran galardón ante los ojos de nuestro Rey eterno. Contemplando de continuo la cruz seremos llenos de la gracia del cielo para trabajar alegres en la viña del Señor en sus propias fuerzas!!! Animados en el amor del Padre de bondad, prestemos todo nuestro ser a la labor evangelizadora y al final seremos llamados los benditos del padre!!!!! SOLO HAY VICTORIAS EN JESUCRISTO. AMEN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Angel Cortéz

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