La oración del Padre Nuestro, enseñada por Jesus, nos revelan a un Dios que es padre protector y proveedor sin igual (santificado sea tu nombre), esto quiere decir, que Dios es tan majestuoso, que nada se le compara, por lo que merece toda la adoración exclusiva por parte de toda su creación. Por tanto solo Dios debe gobernar por su voluntad soberana sobre la tierra, porque el hombre reconoce que sin la ayuda del creador el suelo que pisamos se vuelve caos, anarquía y desobediencia. Todo alimento, ya sea el fruto de la tierra o el espiritual llega a nosotros como un obsequio de su inagotable misericordia. El perdona nuestras faltas por la misma forma en que nosotros mostramos misericordia con quienes nos fallan. Todos requerimos de su auxilio continuo, porque estamos viviendo en una carne que continuamente quiere revelarse contra Dios. Necesitamos de su santo espíritu para que su sabiduría nos otorgue la victoria en todas las luchas que enfrentamos en las batallas de fe que enfrentamos en la presente vida. Abandonemonos plenamente en Dios porque: SOLO HAY VICTORIAS EN JESUCRISTO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Angel Cortéz
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