Jonás en medio de reproches, nos describe en pocas palabras, la naturaleza del carácter de Dios. Su queja más que por la misericordia que muestra a los Nínivitas se centra en un patrón de acción del padre, otorgando siempre el perdón a quien cambia su vida atendiendo el llamado al arrepentimiento. En su inmenso amor, Dios nos muestra el camino que hemos de seguir, revelandonos que su mandato no se trata de capricho alguno!!! El nos creó para que fuésemos su familia por ello nos dotó de su imagen (Espíritu) y semejanza (genética), por esto es que tenemos almas realmente inmortales con un destino eterno asignado por Dios, según su obrar en justicia y misericordia. En la porción de hoy Dios le hace ver a Jonás su particular deseo de guiar a la humanidad por el camino de la salvación, por ello las advertencias de Dios, no pueden ser tomadas como actos de enojo contra sus hijos. Más bien es un acto de misericordia, ya que Dios corrige al hijo que ama. El padre eterno sabe de que estamos hechos, por el libre albedrío que nos dio, reconoce que muchas veces nos desviamos y confundimos lo bueno con lo malo, y por tanto necesitamos de su ayuda para volver a la senda correcta. Que admirable es el amor del todopoderoso por nosotros. Caminemos continuamente corrigiendo nuestra forma de vivir, desarrollando el dominio propio con la ayuda del espíritu santo. En génesis se nos muestra que la ofrenda hecha por Abel era agradable a Dios y la de Caín fue reprobada. Este ultimo andaba con la cabeza baja y Dios le advierte diciendo: el que anda con la cabeza gacha es porque el pecado esta a acecho, le ordeno dominarlo!!! Sin embargo vemos que este dejo que el celo siguiera su curso, hasta llegar a asesinar a su hermano. Toda advertencia de Dios, debe ser para nosotros como agua fresca en el desierto, pues nos indica que lo que hacemos está mal, para que cambiemos antes de cometer actos que marquen nuestras vidas apartándonos del destino de bendición que el padre tiene para nosotros!!! BENDITO SEAS POR SIEMPRE SEÑOR!!!!!!!!!!!!!!
Angel Cortéz
No hay comentarios:
Publicar un comentario