miércoles, 2 de octubre de 2013

Miércoles 02 de Octubre del 2013 Primera lectura Refelexòn de la Lectura del libro del Éxodo (23,20-23a):

Desde el momento en que nacemos hasta nuestro ingreso a la casa del padre bueno, tenemos la providencia amorosa de un angel custodio que continuamente lleva nuestras oraciones al padre y baja cargado de las bendiciones que de antemano fueron preparadas para nosotros por YAVE JIRE. En el libro del éxodo, Dios les dice claramente a los hebreos que emprenden su viaje por el desierto, que obedezcan en todo al angel (mensajero) que envía delante de ellos. Recordemos que el desierto tiene la particularidad de fuertes cambios de temperatura que afectan grandemente la salud de los seres humanos, ya que nuestro sistema de termoregulación se ve rápidamente afectado produciendo fallas en el funcionamiento de nuestros órganos. El angel del Señor proveía de una nube de día y de una columna de fuego por la noche, cuando se levantaba la nube ellos caminaban bajo ella y se detenían cuando la misma se posaba. El que por desobediencia se apartaba del área de resguardo, le llegaba rápidamente la muerte por el inclemente calor del día fluctuando con la helada noche.  Efesios 1,3. "Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesus nuestro Señor, que nos ha bendecido en el cielo, en cristo, con toda clase de bendiciones espirituales!!!! Hermanos hoy nosotros tenemos una gran ventaja sobre los hebreos en el desierto, ya que ademas del angel custodio personal, tenemos el auxilio del espíritu santo quien nos socorre en todo momento, ademas Jesus intercede continuamente por nosotros en la corte celestial. Si por la misericordia de Dios lográsemos comprender la inagotable fuente de bendición espiritual que poseemos, viviésemos de victoria en victoria por el hecho de adiestrarnos en el uso de todas las armas espirituales. Hoy es un excelente día para soltar toda rebeldía y pedir la ayuda tanto de nuestro angel custodio, como del Espíritu Santo. Empleando las grandes bendiciones que tenemos en Dios. El esfuerzo sera nada comparado con los sobreabundantes frutos que recogeremos por sembrar la palabra de fe, diariamente. Gloria y alabanzas en la casa de nuestro Dios. Amen!!!!!!!!!!!!!

Angel Cortèz

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